El amigo secreto

 

En su oficina jugaron al amigo secreto, a él le tocaba Mariana, de quien estaba enamorado desde que la conoció. Le compró el monedero que ella había escrito en la lista de sugerencias de lo que deseaba cada uno como regalo para aquella navidad, le había costado bastante caro.

Él había ensayado que decir, así que cuando fue su turno de dar el regalo dijo: “La persona a la que me tocó regalar, es una gran persona, una persona buena, amigable, sincera y leal que con el tiempo ha sabido ganarse el respeto y el cariño de todos sus compañeros”.

—También me tocaste tú. —, le dijo Mariana mientras le entregaba una bolsa navideña con un regalo dentro.

Él le dio las gracias y al abrirlo se quedó sorprendido pues dentro no había absolutamente nada.

— No lo entiendo, esta vacía. —, le objetó observando el interior de su contenido.

— Ahora ya no. —, le respondió ella cogiéndole la mano.

Y aquel sin duda fue el mejor amigo secreto de siempre. Pues su mayor deseo para aquella navidad había sido ser el novio de Mariana.




Silvia Carùs


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